La providencia se mueve también
Nunca imaginé que vería un cielo así de estrellado.
Algo muy especial de la fotografía nocturna es el proceso. La cámara en el tripié, haciendo capturas de 2o ó 30 segundos cada una, revisando el resultado para después ajustar una de las múltiples variables y volver a intentar. Es básicamente prueba y error por –muchas veces– horas.
El regalo de este proceso es que tienes tiempo para realmente contemplar y disfrutar el paisaje.
Este paisaje es el inicio de los Himalayas, el paso de Kareri en la cordillera Dhauladhar del norte de India.
“Con respecto a todo acto de iniciativa y creación, hay una verdad elemental que, por desconocerla, mueren sinfín de ideas y planes espléndidos. Tal verdad es que cuando uno se compromete definitivamente, la Providencia también se mueve. Sucede todo tipo de ayuda, que de otra manera nunca hubiera ocurrido. Toda una serie de eventos se provocan con esa decision, poniendo a favor de uno todo tipo de circunstancias, encuentros y ayuda material, la cual ningún hombre podría haber imaginado que se le proveería.
He aprendido a tener un respeto profundo por una copla de Goethe:
Lo que sea que puedas hacer, o sueñas que puedes, empiézalo.
¡Hay genialidad, poder y magia en atreverse!”
Esta pieza de arte está inspirada por la cita anterior.
El viaje que me llevó a este lugar en India es la prueba de que Murray está en lo cierto. Un viaje que inicialmente duraría 3 meses, se convirtió en una odisea de más de un año. Constantemente llegaba ayuda inesperada para continuar.
Por mi propia experiencia puedo confirmar que “la providencia también se mueve”.
Mi intención es que está pieza sea un recordatorio constante de esa verdad.
el camino para llegar…
es posible tener los himalayas en tu casa
Disponible en .7m / 1m / 1.5m / 2m (el lado más largo)
Edición limitada de 11 piezas.